sábado, 3 de septiembre de 2011


Me encantaba verte dormir en mi cama, tapado con mis sabanas y mis brazos, me encantaba verte sonreír, ver brillar tus ojos verdes y sentir que juntos eramos uno, fascinaba la forma en la que me envolvías y me hacías sentir que eras único y que no había otro que me pudiera hacer sentir igual, la forma en la que me mirabas, sonreías, y reías todo a la vez, que estuvieras en mi mente dando vueltas una y otra y otra vez, que tomarás mi mano y me dijeras que todo estaba bien, tus besos en la mejilla, tus caricias, tu preocupación por cosas sin sentido, me fascinaba tu forma de hacerme feliz.
Detestaba tus celos, la forma en la que lograbas volverme loca en un minuto, la facilidad que tenias para hacerme sentir culpable en cosas que no tenia la culpa, tus manías, tus histeriqueadas, tu locura. Odiaba pensar en todo esto y que me cayeran lágrimas, pensar en vos y no poder dormir. Odiaba que siempre lograrás hacerte sentir el único en mi vida. No poder olvidarte, no dejar de pensar en vos y que donde mire, en cada puto lugar donde mire, todo, absolutamente todo me recuerde a vos, a lo que eramos, a lo que fuimos y ya no somos. 
Aún así sigo enamorada de ti. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario